viernes, 14 de septiembre de 2012

Roger Mirza escribe sobre Chaika.

http://amerika.revues.org/2501



Roger Mirza, « Teatralidad, transcreación y polisistema », Amerika [En ligne], 5 |  2011, mis en ligne le 20 décembre 2011, Consulté le 14 septembre 2012. URL : http://amerika.revues.org/2501 ; DOI : 10.4000/amerika.2501
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Auteur
Roger Mirza
Profesor Titular de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y Director del Departamento de Teoría y Metodología Literarias de la Universidad de la República del Uruguay


Chaika: un largo camino

(Dedicado a todas y todos los que hicieron Chaika)


Fue allá por inicios del año 2009, que comenzamos a trabajar sobre Chaika. Luego de dos temporadas en Montevideo, y haber pasado por adaptarla a seis teatros distintos, viendo a dos actrices sumarse y al elenco adaptarse y sentirla cada vez más viva, escribo esto por sentir que es un trabajo que nos acompañará por mucho tiempo y que me llena de amor por el teatro cada vez que vuelvo a ella.

Lo primero que trabajé en soledad fue la versión, desde lo dramatúrgico. Tomar la decisión de hablar del Uruguay con una versión de la famosa Gaviota chejoviana y de nuestro teatro, estudiar mucho a Chejov, escuchar mucho al músico uruguayo Fernando Cabrera y su coloratura melancólica fueron parte de las primeras etapas. Pude apelar en ese tiempo a mis ricas experiencias juveniles de contacto con mis mayores teatrales: cientos de anécdotas escuchadas desde mi infancia a mi juventud sobre el Teatro de la Ciudad de Montevideo, las épocas "de oro del teatro", los estrenos, las historias de los actores y actrices, cuentos y anécdotas evocadas y vividas, el teatro independiente uruguayo, el del pasado narrado y contado,  fueron el sedimento afectivo para transformar a los personajes del maestro Chejov en los uruguayos de Chaika. Hay decenas de homenajes y citas, referencias más o menos veladas a una época del teatro. Porque la Chaika tiene el subtitulo "Sobre el teatro" y siempre la idea fue trabajar sobre el teatro y hablar de teatro, como la pieza de Chejov lo hace.

 Para poder trabajar la primera versión en "papel", necesitaba a un elenco de voces actorales y generaciones diversas, además de que tuvieran vínculos personales y materiales fuertes con los personajes, necesitba que ellos y ellas pudieran adueñarse del mundo que cada personaje contenía y hacerlos vivir.

Los primeros ensayos, con el elenco que integraban Gabriel Calderón y Ramiro Perdomo, mis compañeros de COMPLOT, Gustavo Saffores, Gimena Fajardo con quienes veníamos trabajando en montajes anteriores,  un compañero del grupo de Teatro Eslabón de Canelones, Carlos Sorriba,con quien me une una larga amistad, Verónica Mato, a quien conocí en la EMAD y de la que siempre me había atraído sus silencios y miradas, y la carismática Gloria Demassi con toda su historia de Teatro Circular y Comedia Nacional en el cuerpo y quien me había dado mis primeras experiencias de belleza escénica cuando la veía de adolescente en el Circular o más tarde es su larga trayectoria en el teatro oficial demostraron que la elección había sido acertada. Todos estaban vivos desde las primeras improvisaciones. Cuando Gimena Fajardo y Gloria Demassi tuvieron que dejar Chaika, busqué nuevamente a actrices que se conectaran con las materialidades de Nina y Arkadina: Gabriela Perez quien fue mi alumna en la EMAD con su fragilidad e intensidad y la talentosa Margarita Musto, amiga y compañera del teatro, bella mujer y gran actriz.

Los ensayos de la primera versión fueron un proceso largo de búsqueda. Se improvisó mucho, de hecho se leyó la versión, se abandonó, se improvisó entera y se volvió a ella, modificándola con el aporte de los actores. El teatro y su materialidad fueron claves. El teatro en Chaika es un personaje más. Sus butacas, pasillos, escaleras y camarines, pasadizos y hall, son tan protagónicos en el espectáculo como los actores.

Es una compañía de teatro y la relación con el teatro como casa, como lugar de espera y tiempo que fluye, conversaciones, peleas y amores escondidos en sus rincones. Todo eso es Chaika.

El equipo del espectáculo: mi asistente Florencia Mirza, los diseñadores Gerardo Egea y Fernando Scorsela, siempre adaptando y refundando la Chaika, también se vincularon amorosamente con el trabajo. El artista plástico Carlos Musso y su impactante gaviota, que nos acompaña en cada nuevo montaje, cierra un círculo de imágenes complejas. Porque Chaika parece simple, parce nada, pero está llena de cuidadosos detalles.

Margarita Musto decía en los ensayos de reposición que hacer Chaika es como conversar. Hay algo de eso. Volvemos a ella con naturalidad. Sin más presión que el placer que nos da hacerla una vez más. Nos ha hecho viajar y recorrer y funciona y gusta lo que nos da placer y alegría. Porque hacer Chaika es estar en casa.

Gabriel Calderón- Treplev pide por las nuevas formas. El Profesor- Ramiro Pedomo balbucea y se desespera de amor. Nina-Fajardo y Nina- Pérez preguntan si "alcanza media hora para actuar". Sorín- Soorriba trata de recordar "a aquel actor que trabajaba en La Pulga en la Oreja". Masha- Mato muere de amor por Treplev. Arkadina- Demassi exige que la amen. Arkadina- Musto  se sorprende porque su hijo se ofende. Trigorin Saffores despliega y caza a las Ninas por los teatros y no tiene voluntad. Ellos se mantienen vivos y caleidoscópicos. Nunca se vuelve a Chaika por fórmula. Siempre volvemos con todo nuestro amor al teatro a cuestas.

Espero que siga su vida y su recorrida por los viejos teatros.
Conocer sus secretos: el Ateneo Pupular (barco hundido de Montevideo, probar el Solís y la Verdi, entrar en el viejo y abandonado teatro Cariola de Santiago, el más dorado Margarita Xirgu de Buenos Aires, el Teatro reciclado de Santos, Guarany y espero que muchos por venir, son parte del encanto especial del mundo chaikero.
Es un trabajo de privilegio. Doy las gracias por tenerlo.

lunes, 25 de junio de 2012